Role of youth for the safeguarding of tangible cultural heritage and of intangible cultural heritage

El documento “The Role of Youth for the Safeguarding of Tangible and Intangible Cultural Heritage” (2014) fue preparado para un foro del Comité de Enlace ONG–UNESCO realizado en Bulgaria. Su objetivo principal es analizar y promover el papel de los jóvenes en la salvaguardia del patrimonio cultural, tanto material como inmaterial.

El texto señala que el concepto de patrimonio cultural ha evolucionado desde una noción limitada a bienes heredados del pasado hacia una comprensión más amplia que incluye, junto al patrimonio material, el patrimonio cultural inmaterial, como tradiciones orales, artes escénicas, prácticas sociales, rituales, conocimientos sobre la naturaleza y técnicas artesanales.

El documento enfatiza que la salvaguardia del patrimonio debe realizarse con y para los jóvenes y las futuras generaciones, ya que el patrimonio constituye un vínculo esencial entre pasado, presente y futuro. Asimismo, se destaca que el patrimonio cultural favorece el respeto mutuo entre personas y comunidades, contribuyendo a la promoción de la paz.

Los jóvenes son presentados como una fuerza clave para el cambio social y como actores fundamentales en la protección y revitalización del patrimonio cultural. A través de su participación, los jóvenes contribuyen a revalorizar las expresiones culturales de sus comunidades, fortalecer la identidad colectiva y fomentar el diálogo intercultural.

El texto subraya la necesidad de crear condiciones adecuadas para la participación juvenil, incluyendo mayor inversión en educación, investigación y formación, así como marcos institucionales que promuevan su involucramiento activo. De este modo, los jóvenes pueden convertirse en actores sociales responsables, innovadores y comprometidos con el desarrollo sostenible.

El documento también destaca las acciones de la UNESCO orientadas a la juventud, como los programas de voluntariado en sitios de Patrimonio Mundial y la Estrategia Operacional para la Juventud 2014–2021, que busca integrar de manera transversal la participación juvenil en las políticas y programas de la organización.

En conclusión, el documento afirma que la salvaguardia del patrimonio cultural —tanto tangible como intangible— depende en gran medida de la participación activa de los jóvenes. Para ello, es fundamental fortalecer la cooperación entre la UNESCO, las ONG y las comunidades locales, promoviendo la educación, el voluntariado y políticas públicas inclusivas que reconozcan a los jóvenes como actores centrales en la protección del patrimonio cultural.