Tornamesa

Los Viejos galpones de La Maestranza y antigua tornamesa del ferrocarril de la Estación Barón, ubicados en el Paseo Wheelwright entre Muelle Barón y Caleta Portales, forman parte fundamental del legado ferroviario e industrial de Valparaíso. Su origen se vincula al intenso crecimiento comercial de la ciudad durante los siglos XIX y XX, periodo en el cual se consolidó la conectividad ferroviaria con Santiago, el norte y posteriormente con Argentina. Este desarrollo demandó la creación de espacios especializados para la reparación y fabricación de material ferroviario, configurando un barrio ligado al trabajo ferroviario y marcando la identidad del Cerro Barón.

La tornamesa y los galpones integraron el complejo ferroviario de la Estación Barón, cuyo funcionamiento fue clave para la economía local. Construidos con hormigón armado —un avance notable para la época— y basados en planos provenientes de Inglaterra, estos espacios fueron testimonio del impulso industrial y de la modernidad temprana en Valparaíso. La maestranza, inaugurada en 1904, llegó a reparar y fabricar vagones que incluso fueron exportados, convirtiéndose además en una importante fuente laboral para la comunidad porteña.

"Junto con el intenso desarrollo del comercio de Valparaíso durante el siglo XIX y comienzos del XX, se intensificó la conectividad ferroviaria de la ciudad, primero con Santiago, luego con el norte del país y por último con la Argentina. El intenso trático terroviario porteño exigió la creación de espacios destinados a las actividades de maestranzas al interior de la ciudad. Éstas, con los distintos emplazamientos a través del tiempo, han ido definiendo un sector del borde de Valparaíso y caracterizaron al Cerro Barón como residencia del personal ferroviario del puerto. Símbolo de desarrollo y modernidad adquirido por las ciudades a comienzos del XX, estas edificaciones testimonian los procesos productivos e industriales del 1900 y configuran espacios arquitectónicos y urbanos significativos por su forma y dimensiones, portadores, además, de la nostalgia de todo un período histórico nacional."

"La Tornamesa del ferrocarril forma parte del complejo ferroviario de la Estación Barón, que incluía los siguientes edificios y construcciones: la Casa de Piedra; la antigua Torna-mesa del ferrocarril, todavía en condiciones de ser operada; los viejos galpones de la Maestranza; los antiguos muros de defensa costera y la Torre Reloj, salvada de la construcción de la rampa del Nudo Barón. La Tornamesa original se encontraba en la esquina de Avenida Argentina, al pie del Cerro Barón, desde donde se trasladó para instalar la Compañía de Gas. El edificio se estructura en base a marcos rígidos y la materialidad usada en todos los edificios fue hormigón armado con barras lisas de acero. Estas construcciones significaron un notorio avance hasta la aparición del primer edificio habitable de Hormigón Armado en Valparaíso, como fue la Estación Puerto. Los planos fueron traídos desde Inglaterra, lugar donde se hicieron las primeras Tornamesas en 1835." Fuente: Guía de Arquitectura, Un itinerario de descubrimientos

"En 1904, la estación se complementó con la construcción de una maestranza de la Empresa de Ferrocarriles del Estado, que permitiría realizar las reparaciones requeridas para un buen funcionamiento de este servicio. La Maestranza Barón tuvo gran importancia en la época de auge del ferrocarril, pues en ella, además de la reparación de locomotoras y vagones, se fabricaron vagones, que incluso llegaron a exportarse. Asimismo, la maestranza constituyó una importante fuente de trabajo para los habitantes del puerto por décadas." Monumentos Nacionales

Tras su cierre definitivo en la década de 1990, el recinto fue adquirido por Merval. La antigua tornamesa y los galpones permanecen cercados, la Ex-Maestranza alberga un centro de escalada, que ha hecho esfuerzos por recuperar el lugar por más de 10 años. 

Son Monumentos Históricos desde 1986, destacados por su valor patrimonial, arquitectónico y por su estrecha relación con la historia ferroviaria y urbana de la ciudad, y 35 años esperando una autoridad capaz de plantear un proyecto de recuperación. 22 años después de la declaratoria de Valparaíso como Patrimonio de la Humanidad, una de las tareas que vino con la declaratoria era levantar y recuperar el patrimonio industrial del borde costero.